¿Cómo enseñar a los niños a identificar y trabajar sus emociones a través de la lectura?

La educación emocional es un concepto que ha tomado mayor relevancia en la vida del ser humano, especialmente, en la etapa infantil. Gracias a este proceso educativo, un niño puede gestionar y controlar sus emociones tanto positivas como negativas en su día a día.

Según los especialistas de Ediciones Corefo, cuando un niño trabaja sus emociones, afronta las situaciones de crisis o desafíos con una buena actitud, superando exitosamente este tipo de escenarios. “Es necesario que los padres refuercen este concepto mediante actividades estratégicas y dinámicas, como por ejemplo a través de la lectura. Los cuentos son recursos apropiados para enseñar a los niños a identificar y trabajar las emociones”, comentaron.

Para realizar un trabajo óptimo, los expertos recomiendan tener presente las siguientes pautas:

1. Expresa tus propias emociones. Al finalizar la lectura del cuento, una estupenda idea para invitar a los niños a que hablen de sus sentimientos, es que tú tomes la iniciativa. Puedes comenzar, señalando qué personaje te llamó más la atención y qué hubieras hecho ante tal situación que se presenta en la obra, asociándola al plano emocional.

2. Fomenta su participación. Luego de expresar tu punto de vista, pídele al niño su opinión al respecto, preguntándole sobre su personaje favorito del cuento y qué hubiera hecho él en su lugar ante las situaciones presentadas en la historia. De esta manera, reforzamos su educación emocional y aumentará el valor de la empatía.

3. Identifica las emociones. Es primordial que le preguntes cómo se llama cada emoción que están sintiendo los personajes durante el transcurso de la historia. Esta dinámica le permitirá al niño distinguir cuáles son las emociones positivas y negativas tanto en el cuento como en la vida real.
4. Invítalos a recrear la historia. Para cerrar con broche de oro, alienta a que ellos representen a su personaje favorito, utilizando tanto el diálogo del cuento como haciendo uso del lenguaje corporal, es decir, a través de gestos, miradas y movimientos. De esta manera, el niño aprenderá a sacar su lado más creativo, mediante el juego.