Mayor financiamiento y flexibilidad, plazos más largos de pagos y tasas de interés más competitivas son algunos de sus beneficios.
Cuotas asequibles, transparencia y flexibilidad son puntos claves para tener en cuenta si está pensando solicitar este tipo de crédito.
La inflación ha disminuido el poder adquisitivo de los peruanos, obligándolos a reestructurar sus deudas a corto plazo.